miércoles, 6 de julio de 2011

Doppelganger


El frio no se hizo esperar, el invierno ya estaba aqui. Estaba frente a mi computadora trabajando cuando paso. Tomé un sorbo de cafe mientras contemplaba una foto mia, con mi esposa y mi hija de 1 año. La puerta frente a mi se abrió y cuando esto sucedió, crei perder la cordura que poseía... era yo.
Una persona exactamente igual a mi, camino despacio hacia la habitacion donde se encontraba mi hija y rio de una manera malevola. No podia moverme, miedo, asombro, no podia describir la sensacion del momento.
Me levante corriendo y abri la puerta, al entrar me vi estupefacto. El cuello de mi beba habia sido cortado con un cuchillo, el cual se encontraba aun a su lado. Furioso y triste, tome el arma ensangrentada y mire a los lados buscando al asesino, no estaba.. Me voltee al cuerpito ya sin vida de mi hija y quebre en llanto, el dolor sufrido era insoportable.. Voces en mi cabeza me culpaban, por no levantarme a tiempo. Todo este trance fue interrumpido, cuando oi un grito de horror..
Vi a mi esposa parada en la puerta de la habitacion, horrorizada por la escena. Las palabras se ahogaban en mi garganta, queria explicarle la situacion, pero aparentemente, ella interpreto los hechos por su cuenta.
Corrio hacia la cocina y yo la segui de forma inmediata, naturalmente ella penso lo peor. Tomo un cuchillo de gran tamaño y amenazaba con el mismo:

- Sal de aqui, asesino - dijo con un desprecio total.
- Dejame explicart...
- ¡Largate! - interrumpio - Dije que te vayas...
- Baja el cuchillo y dejame explicarte lo que paso.
- Aun tienes la navaja en tu mano, no pienso dejarlo.
- ¿Es esto lo que te asusta? - mostre el pequeño cuchillo y acto seguido lo arroje hacia un lado - ya esta... ¿me dejarias explicarte lo que paso? - Dije mientras daba un paso adelante.
- Piensas que porque dejaste eso voy a dejar que te acerques a mi, nisiquiera te conozco.

Palideci, senti como si un balde de agua helada cayera sobre mi, un frio espeluznante. Mire hacia abajo y vi sobresalir un apendice puntiagudo sobre mi vientre. A los segundos, interminables, este se retira.. El arma filosa sale por mi baja espalda, el mismo lugar por donde entro.

Cai de espalda al suelo, y me vi como tiraba el arma y se acercaba a mi esposa. La abrazo fuertemente y la apretaba contra su pecho... mi pecho, en forma de consuelo. Sonrio, denuevo, mas sombriamente que la vez anterior..

Era él, el Doppelganger...

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