sábado, 10 de septiembre de 2011

Angel


La oscuridad, cobijo para el alma que sangra. Deambulante y sin rumbo, recorria el bosque el cual me parecia conocer. Sensaciones de extrañez y recuerdos que nunca hubo en mi mente. Sangraba, no sabia por donde.. Pero sangraba. Moribundo llegue a un cementerio, ¿Seria el bosque de asfalto por el cual caminaba?
Como vigilante de los difuntos, salio de atras de una cruz una pequeña niña de tez palida, parecia asustada. Se acerco a mi lentamente, como si nunca se fuera a acabar el mundo. Alzo la mano para tocarme, de manera muy delicada tal y como lo hacia Rose..
Rose era mi pequeña hermana. De pequeña sufrio una enfermedad que la llevo a estar en cama. Mis visitas eran diarias, nunca la dejaba sola. Cada tanto, rozaba su mano en mi mejilla con una dulzura quebrada; en su tacto sentia aquella desesperacion vacia. Sus ojos sin luz, me imploraban algo que no podia darle.
Cuando la niña de la cruz finalmente me toco, senti una entrañable calidez. Poco a poco, no sangraba.. A medida que esto ocurria, la niña se resquebrajaba.. Su mirada con ojos compasivos y a la vez confusos me penetraban en la mente. Termino quebrandose y se evaporo entre la oscuridad, junto a una leve rafata de viento de invierno. Ya no sangraba mas..


Gracias mi angel, Gracias Rose..

1 comentario:

  1. Sólo espero que no sea parte de la realidad, de ser así, alguna que otra lágrima se me hubiera caido. Sos tierno, y no muchas historias me ponen la piel de gallina, cuando imagino la situación. Esta es una. Sentite importante. Te amo amigazo.

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